La energía del mes de diciembre es sin lugar a dudas impactante y a veces algo densa, sobre todo porque nos pone de cara, con todo eso que nos propusimos lograr, aquellas metas y objetivos, que en la cuenta regresiva y al final del año, vemos que no siempre se logró.
Cerca de llegar al 2023, quiero hacer una reflexión de todo eso a lo que hemos llamado “fracaso” y que hemos creído que son verdades inmutables.
El fracaso es una palabra fuerte con significados construidos socialmente, con carga intensa en la parte psíquica y emocional de nuestra vida. El fracaso ha sido el impedimento para vivir una vida plena, no porque revele obstáculos, sino por el significado que le damos a esos sucesos.
El fracaso es esa idea tremendamente limitante que aplicamos, sin darnos la oportunidad de experimentar y desarrollar una consciencia de ello. Lo cierto es que por miedo al “fracaso”, dejamos de vivir y aprender.
El entorno en el que vivimos nos presiona a creer que, si no cumplimos las expectativas promedio, hemos “fracasado”. Vale aclarar que esas expectativas están dadas muchas veces por las personas que nos rodean, nuestros familiares, compañeros y conocidos, pero también por nuestros propios pensamientos y falta de fe en nosotros mismos.
El “qué dirán”, fiel acompañante del “fracaso”, hacen un dúo increíble para taladrar nuestra mente y energía. La manía de juzgar y juzgarnos, nos dice que “ya debíamos”, haber logrado ciertas cosas y metas, ser de tal o cual manera, etc., sino…hemos “fracasado”.
2022, el año de la resiliencia
Una vez cierta circunstancia en mi vida, me llevó a creer que había fracasado, cuando empecé a cuestionarme sobre lo que realmente eso significaba, me di cuenta de que eso a lo que le llamé fracaso, no existía.
La vida solo nos trae experiencias y aprendizajes. Esto puedo entenderlo mejor hoy y decir que el fracaso solo existe en el diccionario, para surtir el lenguaje y no para asentirlo en nuestra vida.
Les diré que lo que me gusta de terminar un año, que no es sino la cuenta que hacemos a través de un calendario, es poder reflexionar sobre todo lo que hemos vivido y aprendido durante 12 meses.
Hacer esa parada obligatoria y esa mirada crítica de nuestra vida y proceso de evolución, es la oportunidad para ver que, con la intención correcta y acción correcta, todo lo que añoramos desde nuestro corazón, es posible. No basta con desear, lo cierto es que hay que ponerle intención al deseo, pero la intención sola no cuenta, requiere de acción y movimiento para convertirse en algo real. “Soñar no cuesta nada”, dice el refrán, pero para hacer realidad un sueño, hay que trabajarlo.
El 2022 ha sido el año de la resiliencia y como a todo, nos gusta ponerle una etiqueta, diré que, para mí, ha sido el año del “oso de agua”, un animal microscópico, el más resiliente, un tardígrado, campeón de la supervivencia y la adaptación a ambientes extremos.
Como me dijo una gran amiga, se trata de reconocer lo bueno, bello y verdadero que hay dentro de nosotros; y preguntarnos qué es lo que puedo hacer con todo esto y en qué quiero convertirme con ello.
Pienso firmemente en que todo trae un regalo escondido, que no siempre es sencillo de encontrar y más aún de disfrutar. Creo que todo nos enseña y nos muestra de lo que somos capaces cuando nos lo proponemos. Escribo sobre todo aquello que impacta en mi vida, porque es ahí desde donde puedo contribuir a la creación de un mundo mejor.
Porque este final, es un inicio, no solo de un nuevo año calendario, sino de una promesa y renovación de todo aquello que merecemos, para vivir una vida plena, amorosa, que, con cada suceso y acontecimiento, nos dice algo que necesitamos saber, trabajar en nuestro interior y transformar.
Que el mal llamado “fracaso”, no nos limite para vivir en amor y gratitud por lo que ya es. Seguro que el 2023 traerá todo aquello que, con nuestras decisiones y acciones hemos trabajado para alcanzar.
Desde ya mi profundo deseo porque todo aquello que desean en amor, se cumpla. Mi gratitud a ustedes por acompañarme este año con su lectura siempre.
¡Y que las letras y lectura nos acompañen este nuevo año!
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