A propósito de la conmemoración del día de la mujer, donde se reivindican derechos y conquistas sociales para miles de mujeres en el mundo, hacía un recorrido por las historias de algunas mujeres, que generosamente las compartieron.
En medio de esas historias, llenas de emotividad, superación y empoderamiento, me encantó una frase que me dijeron, que va más allá de un día conmemorativo: “Enamórate de todo lo que llegue a tu vida”. Le haré un mix con una que siempre le digo a mi hijo: “Has tus tareas con amor”.
Entre esas dos frases encuentro similitudes, fuerza y vitalidad, algo de desafío y por supuesto una invitación para pensar y sentir diferente.
Enamorarnos de todo lo que llegue a nuestras vidas, significa desde un estado de consciencia propio, “amar el proceso” (de crecimiento interior, evolución y trascendencia), y si hacemos eco de todo lo que vamos recolectando, aprendiendo y debatiendo, todo eso que llega puede ser visto como una oportunidad, pero que también puede abrumar un poco.
El secreto de amar el proceso y enamorarnos de todo lo que llegue a nuestras vidas, está en aprender a descifrar el mensaje “oculto”, que a veces sólo sale a la luz, después de noches largas y cargadas de pensamientos propios, en diálogo interminable con uno mismo, para mostrarse, como esa gran revelación de lo que debíamos aprender.
Hacer las «tareas» con amor, a veces se trata de afrontar momentos, lidiar con personas, acontecimientos, grandes y pequeños sucesos e instantes, incluso con la rutina que nos come vivos; y echarle afecto y atención, para que todo fluya y sea más ligero.
Enamorarnos de todo lo que consideramos como “malo”, podría verse como masoquista, pero qué tal si le diéramos un giro completo y lo viéramos como «bueno» y afrontamos con amor todo aquello que llega a nuestra vida. A la final nada es bueno o malo, solo es.
Hacer cada cosa con amor en nuestra vida, no solo hace que nos enamoremos del proceso y de todo aquello que vivimos, sino que nos probemos a nosotros mismos, a cada instante.
Quizás la magia de vida se encuentra en estas frases, que con tremenda sencillez, encierran un mensaje poderoso y un mundo de posibilidades, pero sobre todo traducen en sus palabras, el encuentro con uno mismo y la libre elección de querer ser diferentes y vivir con plenitud y felicidad.
Pienso. Creo. Escribo.
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