Ser dueños de lo que sentimos y pensamos es una forma de hacernos responsables de lo que sucede en nuestra vida, porque esos pensamientos y sentimientos predominantes, son los que dan forma a nuestra realidad, entonces por ley de correspondencia, significa que para cambiar nuestra realidad, se deben cambiar los pensamientos y los sentimientos. Suena sencillo pero, ¿cómo lograrlo realmente?
Muchas veces atribuimos sucesos de nuestra vida, al señor destino, pero si podemos hacer un esfuerzo por generar perspectiva y analizar las cosas, desde el aspecto más objetivo que nuestra consciencia nos permita lograr, encontraremos que en realidad el destino es el resultado de las decisiones que tomamos, desde las grandes a las pequeñas y también esas micro decisiones que tomamos cada día, que empiezan por elegir cómo queremos sentirnos, pues lo cierto, es que somos los únicos arquitectos de nuestro sentir y hacer.
Cómo cambiar una realidad a través de 5 momentos
Un primer momento es identificar cómo nos hacen sentir ciertos pensamientos y emociones, según eso podemos decidir a cuál le queremos dar mayor fuerza, cuál de ellos decidimos alimentar, para lograr un cambio inmediato. En este punto es clave entender que nuestros pensamientos y sentimientos son nuestros y no tienen nada que ver con lo que hagan o dejen de hacer las personas, ya que solo somos responsables por nosotros mismos.
Hablar de cambiar nuestra realidad podría resultar ambiguo, si no tenemos claridad. Entonces un segundo momento es reconocer, qué es eso que queremos cambiar en nuestra vida.
A mí me sirvió inmensamente dejar de hacer las preguntas incorrectas. Dejé de preguntar por qué a mi y empecé a preguntar para qué me sucedió tal o cual cosa. Las respuestas fueron reveladoras. Entonces aprender a hacer las preguntas correctas a nuestro cerebro, transforma no sólo las respuestas que nos dará, sino los sentires y el pensamiento. Identificar los “para qué” y luego darles movimiento, o más bien dicho, poner una acción concreta de por medio, es además, el plus de ese tercer momento.
Aceptar que siempre hay un mensaje para nosotros, detrás de cada suceso, evento y cosa «desagradable», es la lección más importante que vinimos a aprender. En consecuencia un cuarto momento es apreciar la llegada de un aprendizaje con cada suceso.
Finalmente un quinto instante, para cambiar nuestra realidad, tanto temporal como permanente, es hacer la valoración, de que no cambiar nuestros pensamientos y sentimientos puede traernos profundos sufrimientos o por el contrario el hacerlo puede traer inmensas alegrías.
Date permiso de ser el dueño
Si bien hay cosas que suceden porque tenían que suceder, llegan a nosotros para poner a prueba nuestra capacidad de respuesta y reacción, nuestro temple, coraje y decisión, por lo que darnos permiso para sentir y digerir, cada suceso, es reconocernos en nuestro propio universo y diálogo interno.
En varias ocasiones nos colocamos una máscara, por así decirlo, para aparentar que estamos bien, intentando convencer a los demás de que así es. Esa máscara impide darte el permiso de sentir y gestionar las emociones. Está bien sentirse tristes o abatidos, eufóricos o alegres, el punto clave es reconocernos en un estado temporal, para que aprendamos a sacar todo eso que estamos sintiendo.
Ayuda mucho en cierta manera, pensar que nada es para siempre, ni lo que llamamos bueno o malo, pues lo importante es aprender a lidiar con cada cosa que nos llega, valorarla y vivirla intensamente, con alegría o tristeza, en toda su gama de colores. Una frase muy sabia, dice que el universo no te enviará una carga más pesada de la que realmente puedas cargar.
Entonces para resumir lo dicho, tenemos con nosotros el poder de cambiar nuestra realidad, pensamientos y sentimientos, para lograr claridad, decisión y acción.
Darnos el permiso de sentir, es un verdadero acto de amor por nosotros mismos.
Pauli querida felicitaciones. Gracias por compartirlo. A ser dueños de lo que pensamos. Siiii
Gracias a ti por leerlo y comentarlo.
Ser los dueños nos permite construir eso que tanto queremos.
Te abrazo fuerte!!
Pauly, como siempre me ponen a pensar y dan muchos ánimos tus escritos.
Importante, darnos permiso de sentir…
El acto más poderoso y verdadero de amor hacia nosotros mismos es validar lo que sentimos y así darnos permiso de sacarlo y explorarlo.
Me alegro mucho que lo puedas interiorizar. Te abrazo fuerte!!