Campo cuántico…son dos palabras que acompañadas crean realidades, las he escuchado en varias ocasiones y su significado es realmente poderoso.
Pero, ¿qué es el campo cuántico de una persona?
El campo cuántico permite crear la vida que queremos y experimentarla como elijamos. La calidad de pensamientos y emociones que manifestamos, definen nuestra realidad y calidad de vida.
Según el neurocientífico Joe Dispenza, líder en el campo de la curación cuántica, asegura que es un espacio invisible de energía e información disponible para todos. Allí todo es posible, porque los pensamientos y emociones crean la propia realidad. Se ha convertido en una forma de medicina alternativa, a través del pensamiento, una técnica de sanación poderosa y efectiva.
A partir de esta premisa, me preguntaba el otro día, ¿sería posible crearlo para tenerlo todo?, la respuesta simple es sí, sin embargo, la práctica se torna más compleja.
A pocos días de finalizar un año más, la tendencia es precisamente esa, hablar de cambiar realidades y situaciones en nuestra vida. Hablamos de abundancia y plenitud, de mejores finanzas y relaciones, de salud y alegrías. ¿Cómo lograr entonces, esa vida soñada?
Poner a prueba estas afirmaciones, para determinar su veracidad, puede resultar un experimento interesante. Se han preguntado, ¿por qué a veces sucede justo eso, a lo que tanto le huimos o tememos? ¿Por qué un día que empieza mal, termina mal? ¿Por qué tenemos el amor y las relaciones que tenemos? ¿Por qué tenemos las finanzas que tenemos? Y aunque quizás algunas preguntas tengan una gama de respuestas, la fundamental es: atraemos precisamente lo que vibramos.
Todos tenemos la capacidad de manifestar y a partir de allí, creamos nuestras realidades. A nuestra vida llega eso en lo que nos concentramos y sentimos, irradiando así, nuestro campo cuántico energético.
Descifrar estos pequeños grandes secretos, resulta útil a la hora, no solo de hacernos cargo de la calidad de nuestros pensamientos y de los sentimientos que se generan a partir de ello; sino por sobre todo, para entender que en el universo hay suficiente para todos y todo está disponible. Que no depende de un día en el calendario.
Cada quien vive la vida que corresponde a su nivel de consciencia
Durante este año, he puesto sobre la mesa de mi diálogo personal e interno, casi casi interminable, el tema del autoanálisis, de cada cosa que ocurre, la lectura que le damos y la interpretación que de ahí sale.
Cambiar de perspectiva y darle una radicalmente diferente, a cada cosa que nos sucede, no siempre es una práctica frecuente o muy común. La primera reacción es buscar responsables o peor aún, culpables en el contexto externo a nosotros y pocas veces miramos hacia adentro.
A partir de ese modus vivendi, surge un nivel de consciencia, que es el que nos otorga una forma de interpretar los hechos de nuestra vida y cómo sentirnos frente a ellos, que construye nuestra realidad y el estado emocional que generamos a partir de ahí, que resulta contagioso hacia los demás. Esta siempre será una elección al alcance de nuestras manos.
Yo diría entonces, que siendo un proceso, donde cada cosa es vista, sentida y vivida desde el nivel de consciencia que cargamos, estamos en el lugar perfecto, para ver y aprender, lo que tenemos que aprender, para convertirnos en esa persona, en la que estamos destinados a ser.
Bienvenido el año del infinito: 2024
En concordancia con el cierre de un ciclo y el inicio de uno nuevo, “calendáricamente” hablando por así decirlo, vale la pena reconocer todo ese camino por el que hemos recorrido, con aciertos y logros, elecciones y consecuencias, alegrías y diversos aprendizajes.
En el año del infinito (como yo le digo) por la suma de sus números, que lo convierten en el infinito, vendrán al menos 366 oportunidades, ya que tendremos un año bisiesto, para cambiar todo aquello con lo que no resonamos más y acercarnos a esa vida soñada.
Que venga entonces, un 2024 cargado de energía positiva, que seamos capaces de crearla desde nuestro propio círculo, hasta contagiar nuestro entorno, con pensamientos constructivos que eleven nuestra energía, con sentimientos de libertad y solidaridad. Que podamos crear todo eso que soñamos, que esos sueños aterricen en tierra firme, para que afloren con lo mejor que cada uno lleva y comparte, sea desde la conciencia o desde la inconciencia.
De mi parte, les deseo el mejor año de sus vidas, donde reconozcan su resiliencia, su abundancia, su proceso y progreso, pero sobre todo que puedan potenciar su capacidad creadora, en todos y cada uno de los aspectos de su vida.
Pienso. Creo. Escribo.
Poly, muy interesante el análisis, es una combinación de la ley de la atracción mas la carga de positivismo o negativismo que tenemos, tengo una inquietud que te la dejo picando, mucho de esto también depende de factores exógenos, como el sitio donde vivimos o las raíces de donde venimos, por ejemplo un latino con un nórdico o un asiático o un africano, las aspiraciones pueden ser diferentes, otro tema puede ser la edad un niño, un joven o un adulto, puede ser el genero otro diferenciador?.
Claro que si depende mucho del entorno en el que nos desenvolvemos y con quienes nos rodeamos, las creencias que tenemos y lo que elegimos pensar y sentir en cada momento de nuestra vida.
Los expertos dicen que somos el promedio de las cinco personas con las que nos rodeamos a diario.