En la víspera del fin del 2024, es inevitable no decir algo, hacer un análisis o por lo menos un recuento de cómo nos ha tratado el año, cada logro y avance cuenta y suma.
Si bien el tiempo es un misterio, lo hemos calendarizado y al término de 12 meses podemos decir que ha transcurrido un año, sin embargo más allá de un tiempo establecido, el punto importante es analizar cuánto y cómo hemos transitado hacia nuestros objetivos y metas.
No puedo dejar de decir que cada año tiene su propio enigma y encanto, su dosis de cualidades, lo que nos hace recordarlos por una serie de acontecimientos, que marcan nuestros días.
Quizás el 2024 ha marcado el inicio del final, sí así curiosamente, han transcurrido momentos que asienten esta premisa. Los efectos que dejó el post-covid se han hecho sentir, no solo en los aspectos de salud y cifras poblacionales, sino en lo que nos mostró de manera implacable, con la transmutación interna. Ahora se habla de temas que antes eran desconocidos y se lo hace desde la experiencia colectiva compartida.
Sin duda alguna la generación de vínculos, los momentos significativos y las elecciones que hacemos a diario en nuestra vida, nos ayuda a mirar más allá de lo que cada cosa aparenta, pues de esa manera es como vamos valorando todo lo que sucede para nuestra vida.
¿Qué podríamos valorar de un año vivido?
Creo que siempre podremos valorarlo todo y poner en una balanza eso sí, muchos de nuestros acontecimientos y acciones. Aquí algunas ideas para evaluar tu 2024.
Logros y desafíos:
Como lo decía anteriormente, todo logro suma y cuenta para tu proceso, tu desarrollo y tu bienestar en varios aspectos. Desde mi experiencia personal podría decir que no subestimes nada, pues a veces creemos que al no tratarse de grandes cosas, estas no cuentan y no es así. Se trata de ser generosos con nosotros mismos y reconocer que los logros, se llaman así, porque en un momento previo fueron un desafío, que fue alcanzado y merecen ser valorados.
Tu bienestar emocional y espiritual:
Piensa en cómo ha sido el cuidado de tu salud mental y emocional, pues todo lo que tiene que ver con nuestros valores y creencias, construyen y fortalecen nuestro espíritu, que permite gestionar nuestras emociones y sentimientos.
Los hábitos y rutinas:
Se trata de analizar cuánto mantenemos o cambiamos, con el afán de aportar a nuestra salud física, mental y espiritual. Cómo ciertas cosas que hacemos o no hacemos, lo que comemos, miramos, escuchamos y el ejercicio físico que hacemos, son pautas importantes a la hora de evaluar esos hábitos.
Balance entre la vida laboral y personal:
Determina cómo estos dos aspectos de la vida, han transcurrido. Analiza cómo disfrutaste y viviste cada una de estas áreas.
Las finanzas y afectos:
Yo tenía el pensamiento de que eran dos temas divorciados el uno del otro. Después descubrí que están íntimamente relacionados. Entonces, al mirar nuestras finanzas y los afectos que llevamos por la vida, podría decir que hay aspectos comunes, que permiten darnos respuestas a nuestra situación.
Crecimiento personal:
Tiene que ver son nuestro avance y evolución, con los cambios y la transformación en nuestra forma de ser y actuar, para ser las personas que estamos destinadas a ser. El aprendizaje en llevar una vida en congruencia, entre lo que decimos y hacemos, lo que pensamos y sentimos.
Tu propósito de vida:
Este quizás es uno de los aspectos más complejos e interesantes de abordar con uno mismo. Se trata de entender el para qué, de las cosas que hacemos y darle sentido a cada suceso. Recapitula cómo vas descubriendo tu propósito de las maneras más particulares e inimaginables que te condujeron a él.
2024, una oportunidad para agradecer…
Resulta interesante mirar, cómo nada es estático, ni permanente en la vida, ya que lo único seguro es que todo llega a su fin, que nada es para siempre y que todo cambia, aún incluso cuando creemos que no es así.
Les diré que este año me ha significado de importante confrontación conmigo misma, valoración emocional y energética. A veces, caminar hacia la mejor versión de uno mismo, tiene un costo, es decir que, ese paso no es gratuito, pero vale la pena pagarlo.
El tan solo hecho de poder hacer un análisis y evaluación de cada cosa en un año, ya es una gran oportunidad para agradecer, por todo lo vivido, lo recibido, las personas que nos acompañaron, el techo que cubrió nuestra cabeza, los alimentos recibidos y la posibilidad de elegir cada día.
Que venga entonces un nuevo año, cargado de cosas buenas para cada uno de ustedes, que las fiestas de diciembre, sean una oportunidad para reconciliarse, para encontrarse, para valorar lo que es realmente importante en la vida, para pensar y sentir por uno mismo.
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