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Crianza de los hijos, entre los derechos y el desarrollo personal

math pvcCriar y educar a los hijos desde un enfoque de derechos, desde la libertad de pensamiento y acción, en pleno siglo XXI sonaría muy coherente y apropiado, en base a la evolución humana.

Sin embargo, pese a vivir en un mundo con alta tecnología, avances en distintas áreas de investigación y un supuesto progreso de la condición humana per-se, el tema de los derechos humanos, sigue siendo poco entendido y ni se diga practicado.

En particular me referiré en esta ocasión, a la crianza de los hijos desde una perspectiva de derechos, asumiendo que, en una familia, por ejemplo, todos tenemos voz, sentimientos, emociones y por qué no, voto también.

He trabajado 15 años en temas de derechos humanos, 12 años con adolescentes y jóvenes; y ahora tengo la fortuna de ser mamá de un adolescente de 15 años de edad. Estas experiencias me han permitido apreciar de cerca el sentir de este grupo generacional, escuchar sus preocupaciones y hasta consolar lo que les aflige.

Desde antes y ahora, he podido ver la resistencia que existe en el mundo adulto, para escuchar a los más jóvenes, para entender su sentir y asumir el término que ha entrado con tanta fuerza, pero que, en la práctica, a veces solo es una moda: la “empatía”.

pensarLa crianza de los hijos definitivamente nos pone a prueba como madres y padres, desde nuestras propias convicciones y valores que considerábamos inmutables, hasta lo que quisiéramos dejar de ser, con el afán de darles, una vida mejor que la que tuvimos a su edad.

Creo que la familia es el primer espacio para experimentar y los hijos, son esos pequeños “conejillos de indias”, con quienes nos equivocamos, aprendemos y repetimos la lección.

Cuando las personas pasamos por procesos de desarrollo y crecimiento personal, ya de por sí, la tarea de criar hijos, se torna una experiencia de otro nivel, si queremos ser fieles a las enseñanzas, por supuesto. Si a esto le sumamos, una perspectiva y enfoque de derechos humanos, definitivamente aprendemos a hablar otro idioma.

En este punto les diré, que el detalle de hablar este nuevo idioma, está en que se llega a convertir en un total desafío de entendimiento, para las personas que nos rodean, la familia, el entorno y el sistema en el que vivimos y nos desenvolvemos.

Definitivamente nos convertimos en un “bicho raro” o quizás una especie en extinción, cuando enseñamos a nuestros hijos a defender con argumentos y sentimientos, todo aquello en lo que creen, lo que sienten y lo que quieren. Cuando les enseñamos a hacer valer su voz y opinión.

En mi tiempo de trabajo con estos grupos y desde los derechos humanos, cuando me convertí en mamá, precisamente pude cuestionar y poner en práctica estos aspectos, resignificar creencias, liberarme de otras y hacer mi propia historia junto a mi hijo. Creo que romper con los círculos viciosos de crianzas heredadas, es el primer escalón.

En este tiempo he interiorizado, lo que significa “Educar con el ejemplo”, convertirte en un testimonio de vida y enseñar a tus hijos, lo que es realmente valioso. He visto también, sin mucho asombro, pero sí algo abatida, cómo hay tantos adultos realmente trastocados y gente que normaliza el sufrimiento. Ahí es cuando vale la pena entender que todos somos tan solo un resultado, de un sinnúmero de causas en nuestra vida. ­­­

He visto el “boom” de las ofertas en línea, para atender problemas emocionales, afectivos, la resolución de conflictos, las heridas y vacíos emocionales. He mirado de cerca, cómo la crianza que recibimos en la niñez, marca nuestra vida como adultos.

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Creo fielmente que hablar el idioma del respeto, darle su lugar al otro sin importar la edad que tenga, practicar la alteridad, escuchar asertivamente lo que los hijos tienen que decir, pero sobre todo entender que, cambiar la forma en cómo decimos y hacemos las cosas junto a ellos, es vital para poder darles una vida sana, solo así formaremos mejores adultos, que tengan la capacidad de entender y esforzarse por vivir una vida feliz y maravillosa. Adultos con responsabilidad emocional y afectiva, equilibrados, seguros y capaces de crear relaciones positivas.

Si podemos mirar nuestra vida hacia atrás en el tiempo, solo para hacer un reconocimiento de todo aquello que nos imposibilitó, en un momento dado, para ser mejores personas, creyentes en nosotros mismos, con menos vacíos emocionales y menos heridas existenciales, podremos encontrar ahí, más allá de tener hijos o no, la verdadera posibilidad del propio descubrimiento, de la trascendencia de nuestras limitaciones; y sobre todo de poder sanar todo eso que nos causa infelicidad y que tristemente lo podríamos repetir con nuestros hijos.

miraLa verdad es que, dentro de cada adulto, hay una niña o niño que fue maltratado, que no fue escuchado y que se sintió inseguro muchas veces. Creo que los niños ahora, son más adultos de lo que imaginamos, ellos nos miran con detenimiento y nos desafían, solo para mostrarnos lo que debemos cambiar en nosotros mismos, nos vemos reflejados en ellos como en un espejo.

A pesar de que el lenguaje de derechos y desarrollo personal, no sea entendido o quizás malinterpretado, me atrevo a decir que es el mejor idioma que podemos enseñarles a nuestros hijos, porque solo educando con nuestro ejemplo, cumpliremos realmente con la misión de ser madres y padres.

Fomentar en nuestros hijos la expresión sin temor, orientarles sin el prejuicio de nuestros propios errores y escucharles con amor es un primer paso y quizás el mejor que podríamos dar. No obstante, ellos vivirán su vida, harán su propia experiencia y en ese camino, también es importante entender como adultos, que su vida no nos pertenece, que tendrán que vivir todo lo que sea necesario para que aprendan a superar sus propias limitaciones. Los padres solo somos sus acompañantes por un tiempo determinado.

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4 Comentarios

  1. Luis Martínez

    En primer lugar felicilicitarle estimada Paulina, muy buen artículo, me llegó al alma, es lo que siempre digo que tenemos derechos y son usados a conveniencia y no en la práctica.

    Responder
    • Paulina Vizcaíno

      Si, está en nuestras manos, desde cada uno de nuestros espacios poderla cambiar.
      Gracias por tu lectura y comentarios. Abrazos Luis!!

      Responder
  2. Lilia Rizo Moreira

    Excelente tema,reflexión, vivencias y experiencias. Gran realidad
    Es un tema muy acertado.

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    • Paulina Vizcaíno

      Gracias por tus comentarios. Te abrazo a la distancia!!

      Responder

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