A veces la vida nos revela verdades a través de caminos inesperados, nos pone de cara y también de cabeza, frente a lo inevitable. Hay momentos en que simplemente nos ocurren cosas que nos ayudan a mirar bien, cuando elegimos no querer ver las cosas, las circunstancias y a las personas tal y como son.
El día que nos premiaron con el libre albedrío creo que nos ganamos la lotería y a la vez nos condenamos con la falta de consciencia, para darle un buen uso a este regalo.
Si bien la vida puede resultar un paseo corto o con suerte uno largo, hay momentos que ameritan sin discusión alguna, que hagamos una pausa o que nos detengamos por completo, hasta lograr encontrar ese destino a dónde llegar.
Entre el “paseo corto” (la vida fugaz) y el libre albedrío, me atrevo a afirmar que muchas veces el mero hedonismo nos invade en el camino y nos atrapa sin remedio, lo que hace que muchas veces vivamos sin pensar o solo queramos quedarnos en el sentir, sin reflexionar.
En estos días me he visto envuelta en situaciones que me han hecho replantear estos significados y no he podido pasar por alto, lo que significa practicar la “responsabilidad emocional”. Solo se habla de ella cuando nos sentimos afectados o agobiados.
Si bien la nueva corriente de transformación y evolución en el crecimiento personal, afirma que, no puedes exigir a nadie que te dé algo que no ha decidido dártelo, yo pongo en consideración el hecho de que existe también y a la par, una responsabilidad emocional, para quienes están junto a nosotros, aún cuando cada quien tenga su libertad de decisión y a la vez pregunto: ¿qué pasa, si ese “alguien”, ha decidido darte algo? ¿Lo deberías exigir o no?
Creo que, si alguien decide darnos algo, en nombre del respeto, del cariño o el amor, podríamos arriesgarnos a creer que lo hará, dependiendo claro está de quién sea ese quién. Presiento que de ahí viene la responsabilidad emocional, de ser fiel y coherente con la palabra dada.
La verdad es que cada quien, hace sus propias elecciones, pero dejar a la deriva y libre de toda responsabilidad a las personas que en algún punto se comprometieron con algo o con alguien, en distintos sentidos, creo que es una mala pasada. Sin embargo, como bien dice el dicho: “no podemos pedir peras al olmo” y lo que no nace, no se impone.
En nombre del libre albedrío, uno elige con quien quiere estar, lo que quiere hacer, lo que va a querer y en lo que va a creer también. Sin embargo, les confieso que, a mis 42 años, esto me ha resultado no solo un dolor de cabeza y de corazón, sino una verdadera encrucijada, pues he visto y vivido, cómo en nombre del “libre albedrío”, se cometen muchos atropellos y “crímenes emocionales”.
Yo era de quienes creían, que todos merecemos una segunda oportunidad, pero me he dado cuenta también, de que el merecimiento debe ser ganado y no solo otorgado.
Los caminos nos serán revelados, cuando estemos listos dice un viejo refrán y creo que definitivamente no se equivoca. La vida es misteriosa y trabaja sabiamente junto con el universo, para entregarnos a través de distintas formas, los mensajes, las vivencias y por supuesto las enseñanzas que debemos recibir, ya que en nuestras manos siempre estará el hacer lo que se tenga que hacer.
Mi reciente descubrimiento, me hizo ver que dar segundas oportunidades, puede ser traicionero, puede generar dolor e insensatez y realmente disfrazar al lobo con piel de cordero, para librarle de toda responsabilidad emocional a ese “quien”, que alguna vez clamó por una segunda oportunidad.
No hay nada más poderoso que recuperarse a sí mismo, a través de estas verdades reveladas, pues a veces nos culpamos sin ser culpables, nos damos poco crédito frente a lo inevitable y somos el juez más duro con nosotros mismos. En este punto creo firmemente, que la segunda oportunidad debe ser para nosotros mismos, como parte de nuestra propia responsabilidad emocional para con uno.
De la insensatez de las personas, de la dureza de los hechos, del desamor y de los tragos amargos en la vida, se aprende mucho, la mayoría de las veces con dolor, que es un maestro implacable, pero efectivo.
Yo creo que lo mejor que podemos hacer, es ser fieles a nuestra palabra dada, a nosotros mismos primero, porque aunque estemos a años luz de la perfección, lo cierto es que solo trabajando en nosotros mismos, no solo seremos mejores personas, sino que podremos proteger a los demás, con esa responsabilidad emocional, que no es sino, tomar consciencia de nuestra vida y nuestras acciones, a través de la tan buscada y poco hallada “coherencia”, que nos ayude a establecer límites y reconocer errores.
Hoy celebro mi reciente descubrimiento, que me ha dado nuevas perspectivas y despido al 2021 agradeciéndole todo en lo absoluto, porque he aprendido, crecido espiritualmente y me he encontrado a mí misma. Hoy puedo hacer una nueva lectura del pasado para estar en paz con él, reconozco en el presente cada una de mis elecciones y las lecciones que me ha traído. Brindo por el futuro que, aunque es incierto y misterioso, es la promesa de una vida más libre, más sabia y mejor.
Mi abrazo afectuoso y cariño a todos ustedes, que son parte de mi vida, que con su lectura les dan sentido a estas palabras.
Quiero decirles que nunca olviden lo especiales que son, que nunca dejen de darse una segunda oportunidad, para ser felices, para ir tras sus sueños, para amarse más cada día. ¡Que venga el 2022 con toda la fuerza y energía, que lo que hoy nos aflige, solo nos haga más fuertes! Celebremos el milagro de ser y estar.
Pienso. Creo. Escribo.
Me gustó mucho Pauly su escrito y la información central de su estado.Muy bonito y reflexivo y lo del bonito….también
Gracias por leerlo y comentarlo!! Abrazos y feliz 2022!!
Que lindo Paulina, realmente tu escrito llegó a mi vida en el momento indicado y creo aún más en estas manifestaciones del Universo. Un escrito que vale practicarlo. Felíz 2022, abrazos ✨✨✨
La práctica diaria es la clave para un cambio y transformación real. Me alegra mucho haber llegado a ti con estas breves palabras. Abrazos y feliz 2022.
Gracias Pauli siempre tus reflexiones, por darte el tiempo de compartir. Te abrazo a la distancia.
Gracias a tiiiii siempre por ser parte de mi vida con tu lectura. El camino es maravilloso, con altos y bajos, pero el proceso que vivimos, cuando es valorado y aprovechado, nos convierte en mejores personas. Abrazos y feliz 2022.
Gracias Pau, que está aventura de escribir se extienda por todo el año 2022. Un abrazo y mucha iluminación ☀️🌞
Cuenta con ello!, cuando hacemos lo que nos emociona y apasiona los días y el tiempo que le dedicamos es un disfrute total. Mi cariño, abrazos y un maravilloso 2022.
Gracias estimada Pauli muy buena reflexión, tiene mucho sentido de la vida práctica para reflexionar y ser mejores personas en la práctica.
La vida práctica es todo un desafío a veces y siempre tenemos la elección de ser mejores personas. Te abrazo a la distancia. Feliz 2022.
Hermoso mi Pauli. Para pensar y actuar, habrá que caminar…
Abrazos y lo mejor para ti en este nuevo año 2022 😘
Con pasos lentos pero firmes! Te abrazo Yesse también a la distancia, lo mejor sea para ti este año y siempre.