Escribo lo que pienso

¿Y si confieso que he vivido?

vivirLas diversas experiencias que la vida nos ofrece, traídas desde la espontaneidad y desde las decisiones tomadas, nos muestran las posibilidades y alternativas que tenemos. Nos señalan infinidad de pensamientos, sentimientos, acciones y emociones.

Leer cada capítulo de nuestra vida, puede ser divertido y agradable, pero también puede traer melancolía y nostalgia. Ahí es cuando acojo el título tan conocido de las memorias de Pablo Neruda, “Confieso que he vivido”.

En la víspera de mis 42 primaveras, puedo mirar por primera vez un sinnúmero de cosas que antes no, por desconocimiento, por miedo y hasta por pereza. Qué curioso y aterrador, me ha resultado descubrir, aspectos de mi vida que antes desconocía.

Por una parte, pareciera que la edad puede ser determinante en algunos sentidos, pero en otros definitivamente no lo es, ¡doy gracias por ello! Y es que probablemente la tan afamada madurez, nos transforma en las personas que llegamos a ser, a través de las circunstancias por las que pasamos.

Aprender a hacer una lectura diferente de cómo asumir ciertos acontecimientos en la vida y entender que darles una interpretación diferente, es necesario para soltar y trascender, es un real desafío, más aún, si consideramos, que llevamos décadas de interpretación de sucesos en piloto automático, porque así alguien más nos lo enseñó, lo que resulta un punto crítico para nuestra evolución.

Yo diría entonces que madurar desde el amor y no desde el sufrimiento, marcará una gran diferencia.

A veces pareciera que el tiempo nos atrapa y otras veces es extremadamente generoso con lo que nos ofrece, sea como sea, traiga los acontecimientos que traiga, todo en lo absoluto se constituye en un aprendizaje y en una oportunidad. Aprender a mirarlo así, es primordial.

Poder interiorizar, filosofar y especialmente tomar acción, sobre lo que nos afecta, sentimientos que nos invaden y cada instante que nos sitúa en momentos diferentes, es no solo aprender un truco nuevo, sino tener la oportunidad de hacer algo distinto con nuestra vida, transformar nuestros días y estado anímico, para poder hacer realidad nuestros sueños.

ego4En gran cantidad de veces había oído hablar del “ego”, pero a ciencia cierta no sabía qué mismo era o qué función tenía, ni para qué estaba. Pensé que era un término meramente usado en psicología, un modismo para expresar una crítica hacia alguien o una palabra más en el diccionario. Hoy, entiendo que se constituye en la raíz de todos los conflictos en las relaciones humanas.

Pensar desde el yo, para el yo y por el yo, es el “modus vivendi” de la mayoría de la humanidad. Ahora asimilo, porqué ego se parece tanto a egoísmo.

Haciendo una lectura diferente…

Entonces, hacer una lectura diferente de nuestra propia vida, inicia por interiorizar varios aspectos de ella, casi siempre empezamos por los que más nos conflictúan, por los que nos ponen de cabeza o simplemente por lo que le quita sentido a nuestros días. Empecemos por hablar y reconocer nuestro ego.

Reconocer, es realmente un paso poderoso, no solo porque es la real oportunidad de transformación, es tan importante que incluso se lee igual, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Reconocer, significa, además, asumir con responsabilidad, nuestra propia vida, para transformarla, sanarla y darle sentido.

El ego siempre nos hará buscar culpables de todas las cosas que suceden, el ego siempre juzgará a todo como bueno y malo, el ego siempre mirará hacia afuera y no hacia dentro. El ego, siempre busca tener la razón.

pemsar 2Pero en este punto, quiero decirles también, que no se trata de satanizar al ego, ya que es parte innata de nosotros. Si algo verdaderamente positivo tiene, es que nos ayuda a experimentar la vida, nos quiere proteger y a la final viene para que aprendamos a cuestionar las cosas; y es ahí donde está el punto clave: integrarlo a nuestra vida de tal manera, que nos permita tener experiencias desde el amor y no desde el dolor.

Entonces, les pregunto ¿cómo les va con su ego?, yo por mi parte estoy aprendiendo a integrarlo en mis días, desde un lado más amable y paciente, más amoroso y compasivo. No me ha resultado una tarea sencilla, pero les diré que el tema me tiene apasionada en lo que hago, a través de este sentir y pensar distinto.

Trascender el ego por ejemplo, es ese momento en el cual tomas la decisión de darle a un hecho realmente crítico o doloroso en tu vida, un significado distinto, requiere no solo de tener carácter y voluntad, sino de aprender a lidiar con cada cosa, cada monstruo y cada demonio que llevamos dentro y que definitivamente saldrá a flote en piloto automático.

He visto cómo en la vida cotidiana, en la familia, en el trabajo, en la relación de pareja, con los hijos, con los jefes, los vecinos, amigos, compañeros y los ilustres desconocidos, el ego siempre está presente, se sirve en todos los platos de todas las mesas, se sirve frio y caliente, pero nadie se detiene a digerirlo, a apaciguarlo y a darle un giro distinto.

pensarSi podemos pensar en cada discusión con y sin sentido que hemos tenido, en esos momentos que nos rompieron la vida y el corazón, en esos instantes en los que jurábamos que éramos felices y cómo sucedieron determinadas cosas en nuestra vida, podríamos mirar que la interpretación inicial que le dimos a cada situación, fue producto de nuestro ego, de nuestro apego y de esa incapacidad que tenemos para ver más allá, sin juzgar y dejar de asumir que todo es personal.

El ego nos permite experimentar la vida, les decía antes, ya que es el que nos ocasiona el sufrimiento y el placer. Está en nosotros entonces, hacer una pausa activa, como comúnmente decimos ahora, para replantear nuestra interpretación, para soltar todo aquello que ya no tiene sentido seguir cargando, para ubicarnos en el presente, para dejar de recriminarnos por el pasado, para dejar de angustiarnos por el futuro.

La verdad es que del ego mismo he aprendido, que no hay nada más liberador que acallarlo y escuchar la verdadera voz interior, desde el amor incondicional, por nosotros mismos primero, para poder dar amor a los demás, para ser testimonio de vida, para atraer todo aquello que en un momento nos pareció imposible. Para vencer nuestros miedos y entender que estamos completos, que tenemos todo para ser y estar felices.

Cuando puedo asentir el título “Confieso que he vivido”, debo decir que miro hacia atrás en el tiempo, para agradecer por cada cosa, cada situación y persona que ha llegado a mi vida, por todos aquellos que fueron oscuridad y también aquellos que son la luz en mi camino, porque representan ese aprendizaje y experiencia en mi vida, que hoy, me motivaron a escribir estas líneas.

Si hoy puedo confesar que he vivido, diría que a partir de los 40 todo ha sido revelador, un verdadero descubrimiento, que llegó en el momento preciso, después de una pandemia y un encierro, que les dieron significado a esos días.

Hoy puedo decir con convicción: “¡Universo sorpréndeme!, porque confieso que he vivido”.

mirada2

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Soy Paulina Vizcaíno y “Aquí Estoy”

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Para contar y compartir un poco de mis historias y experiencias, mis pensamientos y chispazos de iluminación, que te darán qué pensar, a través de la palabra escrita en este sitio web.

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